Convicciones de un ciudadano

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Observo con atención, la recurrente conducta en alumnos, que se me acercan, para manifestarme estar colmados y hasta el cansancio, de apreciar a su alrededor tanta desidia, violencia, desorden y agresión; seguidamente a ello, el consecuente desánimo que los invade, por cuanto que ya no hay nada qué hacer, todos los esfuerzos son inútiles, todo está perdido.  Acto seguido, suele también ser una constante en mi respuesta, el hacerles comprender que hay que asumir otra actitud, que nos permita, vislumbrar con claridad los nuevos retos ciudadanos que en el contexto de ésta realidad agobiante se nos presenta.

Lo primero es mantenerse enfocado en las cosas que realizamos con la suficiente convicción y voluntad de hacerlas bien, procurando con ello encontrar y expresar  satisfacción por lo realizado, por la labor cumplida, por el trabajo que se entrega, por las metas alcanzadas, ello nos permite mantenernos ocupados, trabajando y en la espera de los resultados que nos hemos propuesto.

En segundo lugar encontrar en esos focos, espacios de construcción de lo colectivo, donde podamos desarrollar acciones tolerables y tolerantes, de construcción ciudadana y por supuesto participar e integrar con otros, confluir ideas, mejorar aportes y concretar soluciones, aquí estaremos dando evidencias que no estamos solos, que somos ciudadanos participes de una realidad, que compartimos necesidades que permiten agruparnos para encontrar alianzas necesarias y unirnos para la consecución de acciones que por sí solos nos pueden resultar más costosas, en cambio con el concurso de otros esos costos pueden ser minimizados.

En tercer lugar hacer de esos espacios, realizaciones concretas que permita su difusión, conocimiento e incorporar nuevos ciudadanos en las que las posibilidades reales de construir redes ciudadanas de vida en sociedad, nos permita concretar aspectos de mejora en la calidad de vida de todos los que vivimos en ésta convulsionada contemporaneidad, ante ésta verdad evidenciada, proyectamos la posibilidad cierta de que existen vías, alternativas,  que si las construimos juntos las podemos consolidar, que un coro de voces al unísono, callan los gritos y destemplanzas altisonantes.

Por supuesto que esto nos requiere esfuerzo, ya que nos exige a todos y cada uno ponerle un poco más de empeño, pero también nos exige concentración, no debemos distraernos, ni dilatarnos, en el desperdicio que significa atender a situaciones que intencionadamente o no, pretenden todo lo contrario, desenfocarnos.

Con todo esto el llamado es a comprometernos con la creatividad ciudadana, entendida ésta como la facultad innata del ser para desarrollar nuevas ideas, oportunas, pertinentes, positivas y puestas de manifiesto para mejorar, contribuir, fortalecer y desarrollar la coexistencia pacífica;  que nos permitan esperanzarnos en las posibilidades reales de encontrar mejores situaciones donde los espacios sean más vivibles, más existenciales y con más cordialidad, ¿es iluso pensarlo?, puede ser que sí, pero es la forma como encuentro congruencia con lo que pienso, justifico mi presencia en este momento y ahora, convencido de exigir mi espacio en mi tierra  y me planto a no reconocer imposiciones, ni atropellos que desmeriten mi condición de ciudadano, y mi derecho a ser llamado, reconocido y respetado como venezolano.

Profesor Freddy Enrique Hermoso Herrada

fenriqueh@hotmail.com

Twitter: @fhermoso

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